¿Acaso se esperaba una nueva derrota para continuar haciendo leña del béisbol cubano? No entiendo entonces por qué el silencio acerca del título de Cuba en el World Baseball Challenge (Torneo Mundial de Retadores), que finalizó este domingo en Prince George, ciudad de Canadá.Con apenas la sombra de un revés en ocho presentaciones, la selección dirigida por el DT Eduardo Martín se impuso en la competición y amortizó las preocupaciones por el papelón de la novena que lidió en Rótterdam, semanas atrás.
Como todos los éxitos -por ejemplo el subtítulo en el I Clásico Mundial- también la conquista de este oro tiene muchas lecturas. Llamó mi atención el bateo de Yulieski Gourriel, considerado el pelotero más integral en Cuba hoy que, en los siete juegos previos a la disputa del primer puesto, promedió .519, con ocho extrabases (cuatro jonrones-cuatro dobles) y nueve impulsadas.
También la ofensiva colectiva -.347, 25 cuadrangulares, 10 dobles, tres triples-, en la que pesaron los aportes de Ariel Pestano (.412) y José Dariel Abréu (.355), más los sorprendentes rendimientos de Joelvis Leyva (.348), Rudy Reyes (.471), vital en la consecución del título; de Alexander Ayala y Yosvani Alarcón.
Rafael Arzuaga
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