No hay dudas de que el momento
bisagra, para lo que viene en Cuba, será la muerte de Raúl Castro. Raúl, a sus
91 años y sin cargos políticos, sigue siendo el jefe supremo del país, aunque
la presidencia y la dirección del Partido Comunista —única organización
política permitida por ley— estén en los hombros de Miguel Díaz-Canel, quien ha
dejado claro su absoluta condición de peón de Castro. Esa
muerte cambiará de manera inevitable los entresijos del castrismo, como no los
cambió la muerte de Fidel Castro. Porque para suplir a Fidel, estaba Raúl. Pero
para sustituir a Raúl, no hay nadie.
Existe una nueva onda en Cuba y en el exterior de ella. Este blog esta dedicado a esta nueva onda que expresa toda la diversidad del pueblo cubano dentro y fuera de Cuba.
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