¿Carecemos los cubanos de
esas miradas que, al margen del rigor académico y la erudición autoral
impliquen también una ética? ¿Es concebible una economía cualitativa, que
escape de comparar porcientos y profits, y tendencias que siempre dan la razón
al expositor? ¿Es impensable una política cualitativa, que rebase lo pedestre
de nuestra praxis patria? ¿Y una sociología cualitativa, sin determinismos
ideológicos ni fundadores infalibles? En fin, la antropología de un cubano con
cualidades: multi-dimensional, subjetivo, liberado de los consensos que nos han
impuesto a ritmo de conga?
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