Ya he parado de contar los premios otorgados a la blogger Yoani Sánchez de
Generación Y. Es la figura contestaría al régimen de La Habana más reconocida en el mundo. Ha sido la razón por la cual la blogosfera cubana se ha disparado en los últimos dos años. Y todo parece que otros dentro de Cuba están agarrando su batuta, como se evidencia en los círculos blogger que se están dando en el interior de la isla. Ni hablar de su amiga, Claudia Cadelo de
Octavo Cerco. Hace poco, el blog de Claudia fue premiado el mejor por internautas de la isla en un
concurso virtual.
También está la figura más controvertida del rock cubano, Gorki Águila. Fundador junto a Ciro, de Porno para Ricardo. Su
Gira por la Libertad en los Estados Unidos acaparo los medios que se interesan por el tema cubano, justo antes, durante y después del concierto
Paz sin Fronteras celebrado en La Habana el mes pasado.
Y cubanos de a pie, como es el caso de Juan Carlos González Marcos,
Pánfilo en Youtube pidiendo comida, denunciando que en Cuba hay hambre.
Todos los antes mencionados rechazan que se les cuelgue la etiqueta de “opositor”. Un fenómeno que se está dando en la isla. Y es que en Cuba, en los últimos tiempos, los opositores no hacen oposición y la oposición la hacen los que no son opositores.
Dentro y fuera de Cuba, un cada día más nutrido grupo de artistas, escritores, músicos, blogueros y cubanos de a pie, están omnipresentes en los medios como resultado de sus labores, generalmente de enfrentamiento a lo establecido en la isla.
Ya nadie le presta atención a los opositores cubanos. Esto ha sido como resultado de que, como explica mi amigo
Carlos Saladrigas , los opositores al régimen cubano no han sabido reinventarse en medio de un mundo que cambia. Ha sido más de 50 años de lo mismo.
Sin embargo, una nueva generación está dando la talla de la oposición en Cuba. Ella es la que está asumiendo ese protagonismo que los opositores de la isla no han sabido asumir. Opositores que se merecen todo el respeto, pero que tristemente hoy por hoy, no hacen oposición. En el mejor de los casos, cuando la hacen, el pueblo no se identifica con ellos.
Estamos ante un nuevo fenómeno. Estamos siendo testigos y en muchos casos participes de este nuevo fenómeno cubano que no se llama oposición, pero que la hace. Como bien pudiera decir el dramaturgo inglés, William Shakespeare: “Oposición, con cualquier otro nombre sigue siendo oposición”.