Hace unos días lo
detuvieron y después de unas 10 horas metido en un calabozo junto a otros
presos es que se entera que sus grafitis deben ser borrados por él en plazo de
siete días o vuelve a la cárcel. Amnistía Internacional hizo un llamado urgente a su favor un día antes de la fecha límite. Yulier P. ha dejado claro, no se va a autocensurar, no borra sus obras y ahí están para que sigan dándole color
a La Habana o se las borre el régimen.
Nada que una vez más el régimen se vuelve el más acido crítico de arte
en el país.
Cuenta del artista en Instagram y en Twitter.
No hay comentarios:
Publicar un comentario