miércoles, 13 de abril de 2022

Yuya

No hay día que no tenga a mi madre presente.  No he conocido a mujer más sabia.  Sus dichos taladran mis tímpanos esta noche como tantas noches. 

“Llegar a viejo es lo último” 

“El patio es muy bonito pero hay que mantenerlo” 

“No es fácil pero tampoco es difícil”  

Siempre con un optimismo descomunal.  Dispuesta a lo que fuera.  De la casa al trabajo y del trabajo a la casa.  Desde que llegó al exilio reclamando a todos los de su familia que querían salir de Cuba.  Los trajo por los Vuelos de la libertad.  Llegaban y ya les tenía el gao y la pincha.  

Madrina de los Cruz.  Guajira de Unión de Reyes.  A caballo allá y timón del carro en Miami.  Nadie mejor que ella en la cocina criolla o gallega.  Costurera.  Vendía joyas en la factoría.  A plazos.  Si llega a saber inglés se coge medio mundo.  Decía que los mejores tiempos de su vida los pasó criando a sus nietos.

Se fue en diciembre del Año de la pandemia.  Sóla.  Se fue desde el hospital con la Estrella de Belén.    


Nota del blog: de anoche en mi cuenta de Twitter

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