A este niño le dijeron que sería el Hombre Nuevo. Y desde muy pequeño lo pusieron en un Círculo Infantil para que a las madres sustitutas les dijera “tías”, y no viera a su verdadera madre hasta bien entrada la noche. De pequeñito también fue a sembrar café Caturra con su padre, y cortinas rompe vientos con los abuelos… los domingos. También para ser Hombre Nuevo debía ser pionero, comunista, como aquel Extranjero. Todos los días en el matutino de la escuela saludar la bandera frente al busto de Martí, y gritar el lema de ser como Él.
El extraño caso del Hombre Nuevo
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