Para CUBAENCUENTRO, la noticia
de la muerte de Alejandro Armengol ha sido un golpe muy doloroso, a lo que
además se añade que fue algo inesperado. La enfermedad que acabó con su vida se
le declaró hace apenas diez días, de modo que nadie podía imaginar que actuaría
de manera tan fulminante.
Armengol estaba muy unido a
CUBAENCUENTRO, y desde el 2010 hasta su fallecimiento fue nuestro director
editorial. En esos trece años realizó una importante labor, gracias a la cual
el diario incrementó la lista de colaboradores. Cabe destacar que contribuyó
durante más de diez años sin recibir ningún tipo de compensación económica.
Aparte de esa actividad, publicaba con frecuencia artículos propios, en los que
mayormente abordaba aspectos relacionados con la realidad social y política de
Cuba. Era un tema que dominaba muy bien y si alguna vez se hiciera una
recopilación de esos textos se pondría de relieve la agudeza de sus análisis.
Tenía opiniones propias, que
muchas veces no coincidían con las que son dominantes en la comunidad cubana
del exilio. Eso molestaba a algunos, que lo hicieron blanco de sus ataques.
Aunque nunca dejó de ser crítico con el régimen cubano, pensaba que no debe
haber restricciones a la hora de hablar de lo bien y lo mal hecho, tanto en
Cuba como en Miami. Y estaba convencido de que “en muchas ocasiones, somos más
certeros cuando nos libramos de esa carga de limitaciones y nos parcializamos
en favor de la justicia”.
No vacilaba en
escribir lo que pensaba. Así, en un trabajo expresó que “no todo el periodismo
destinado a mostrar los desmanes causados por el gobierno de La Habana cumple
los requisitos mínimos de calidad. Una parte de lo que en esta ciudad se
escribe y dice en contra de Fidel Castro resulta reiterativo, cansón y
aburrido, cuando se le analiza en función de la cantidad de información nueva
que aporta. Ello no impide que estos materiales cautiven a un público ávido,
personas deseosas de que a diario les cuenten lo mismo”.
Fallece
en Miami Alejandro Armengol
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