Incrédulo. Si esa es la palabra, así quedo. Había cogido palos por cuenta del negocio. Negocio que mantuvo mientras su socio estaba fuera de Cuba viviendo bien. Y él se quedo trabajando el negocio por el que cogió palos mientras su socio estaba fuera de Cuba viviendo bien. Y todo para que cuando el socio regresara del exterior le diera patada por el culo y lo botara del negocio. Y así es que el socio cuadró la caja con él. Incrédulo. Si esa es la palabra, así quedo.
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3 comentarios:
Y aun peor, mi querido Mickey, son los que se quedan tan callados y entierran al amigo en vida, demostrando falsedad y cobardia. Quizas tu y yo seamos viejos ya, old school. Por suerte, es lo que puedo decir, por suerte. El caudillo nace, no se hace, gran verdad. De caudillo a dictador, hay menos que un paso, se ve. Sabes, que bien hicieron en educarnos en eso de "root for the underdog, kid". En mi infancia, me repetian constantemente una frase que despues ha cantado el Loco: "el hombre tiene que ser feo, franco, fuerte y formal". Muy a la John Wayne, creo, pero cuanta razon tenian.
Si Charlie, quizás como uno es old school… Aunque sabes, traiciones han existido en esos tiempos, por supuesto. El mundo es así desde principios. Lo que pasa es que uno esperaba mejor de la nueva gestión. Y claro está, sobre el negocio en cuestión, ya no es el mismo. Tampoco el socio lo es. Posiblemente nunca lo fue. Pena, por el socio digo, y por el negocio.
Si, asi es, ni socio ni negocio, ni nada que sirva...
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