La suspensión de Cuba de servicios consulares en los
Estados Unidos puede tener poco que ver con las finanzas y mucho que ver con el
interés del general Raúl Castro de disminuir las visitas de cubanoamericanos a
la isla.
Si ningún banco en los Estados Unidos está dispuesto a
manejar las finanzas por compra de visados para viajar a Cuba, el régimen de
Castro podría renunciar a los cargos o solicitar que los pagos sean enviado a
otros países o cobrarlos a los cubanoamericanos cuando lleguen a la isla.
Tal vez el gobierno cubano ve esta suspensión como una
manera de ejercer presión sobre los Estados Unidos y su prohibición a los
estadounidenses de viajar a Cuba y así poner a prueba la influencia política de
los segmentos de la comunidad cubanoamericana que desean el fin de las
sanciones económicas.
Si, como espera el gobierno cubano, hay una presión
masiva de los cubanoamericanos para abrir los viajes, la prohibición para que
los estadounidenses viajen también puede caer en la cuneta. La declaración del
Secretario Kerry en la OEA el 18 de noviembre puede ser una pista en esta
dirección.
Tal vez hay un objetivo más siniestro de parte del gobierno de Castro. Para ese régimen los cubanoamericanos representan un grupo mucho más subversivo que los turistas de los Estados Unidos. Los cubanoamericanos hablan el idioma, tienen amigos o familiares en la isla y llegan con enormes paquetes de mercancía que alimenta a los "cuentapropistas" y al mercado negro. Si los estadounidenses son los que viajan a Cuba, el régimen de Castro puede preferir disminuir o acabar con los viajes de los expatriados cubanos que son más subversivos y peligrosos.
Tal vez hay un objetivo más siniestro de parte del gobierno de Castro. Para ese régimen los cubanoamericanos representan un grupo mucho más subversivo que los turistas de los Estados Unidos. Los cubanoamericanos hablan el idioma, tienen amigos o familiares en la isla y llegan con enormes paquetes de mercancía que alimenta a los "cuentapropistas" y al mercado negro. Si los estadounidenses son los que viajan a Cuba, el régimen de Castro puede preferir disminuir o acabar con los viajes de los expatriados cubanos que son más subversivos y peligrosos.
Es importante recordar que en Cuba las decisiones
económicas son dictadas por consideraciones políticas. El gobierno cubano puede
compensar la pérdida de dólares por los viajes de cubanoamericanos con las
visitas de turistas americanos o con un incremento en las remesas de los
cubanoamericanos en los Estados Unidos.
De cualquier manera, esto puede ser un riesgo calculado
por el régimen de Castro para forzar la mano de Washington y cambiar la
composición de los turistas que llegan a Cuba desde los Estados Unidos. Yanquis
sí, cubanos no.
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*Jaime Suchlicki es Emilio Bacardi Moreau
Catedrático y Director, Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos,
Universidad de Miami. Es autor de Cuba: From Columbus to Castro, Mexico: From
Montezuma to the Rise of the PAN y de Breve Historia de Cuba.Nota del blog: Aquí la fuente.
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