Guanabo era donde de niño íbamos mis padres y yo de vacaciones y días feriados. Mi padre alquilaba cuartos y creo que hasta trusas desde un mostrador que le administraba al dueño del local en la playa. El propietario se había ido para Miami al principio de la Revolución. Mi papá y él, amigos desde la infancia, del Partido Autentico después y cuando Castro tomó el poder su amigo se largo del país. Ya en Miami se puso a trabajar para la C.I.A., razón por la que lo asesinaron frente a su casa pero eso es para otro post aquí.
Al asunto, mi
viejo se comprometió en llevarle el negocio de Guanabo a su amigo. Las ganancias se las entregó años más tarde
en el exilio. Guanabo… íbamos con mi
prima que se pasaba más tiempo con nosotros que con mis tíos. Adolescente ella y yo un fiñe entonces. Mi prima y la playa de Guanabo, eróticos
recuerdos de mi niñez en Cuba.
Por todo esto
que cuento, me llamó la atención este articulo de ahora sobre el Guanabo de hoy
y de un ayer que nunca conocí. No lo
recuerdo así. Supongo porque son sucesos
después de nuestra salida de la Isla, la de mis padres y yo.
Poco antes de nuestra salida la dictadura intervino el negocio del amigo de mi papá. Recuerdo la anécdota que hacia mi padre de cuando el miliciano que vino a intervenir el lugar le dijo con cierto sarcasmo que el local quedaría clausurado, y que “ahora esto será del pueblo”. Luego plantarían palmas allí “para ponerlo todo bien bonito”.
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