“No hay mal que por bien no venga” dice el refrán. Hace no mucho tiempo “El Delegado” de una organización del Exilio me metió el puñal de la traición por la espalda. El arma blanca llego profundo, pero la herida no fue mortal, obviamente. Había sido yo, activista desde apenas fundada la organización, cuyo nombre una vez limpio, ya hace años está manchado.
La cosa es que volviendo al refrán, el puñalazo me hizo bien. Desde entonces tengo mis ojos bien abiertos. La herida en mi espalda ya sanó, y dicha abrió una nueva etapa de mi activismo, una, que se pudiera denominar “cuentapropista”. Desde aquel ataque a mi persona, hasta estos días, he logrado más mi objetivo: La liberación de mi pueblo. He podido hacer más por ese objetivo, que en todos mis años de militancia en la organización no mencionada, y en anteriores a esa en las que pertenecí.
A las puertas de una nueva década, las nuevas tecnologías brindan al activista posibilidades antes inimaginables. La Red de redes, por ejemplo, se ha convertido en un verdadero catalista para la liberación. El activista “por cuenta propia” de hoy, con un “click” del ratón de su ordenador, puede desencadenar amarres, que van desde fomentar firmas a una petición estancada, hasta la liberación de un preso.
Hoy el mundo virtual influye directamente en el real. La incipiente blogosfera cubana lo está demostrando así a diario. Las nuevas tecnologías están empoderando a millares, sino a millones (me refiero ahora a nivel global) de personas para que puedan hacer un activismo mucho más efectivo. Y todo ese trabajo, realizándolo sin tener que pedir permiso a un comité, un ejecutivo, o mucho menos, a un delegado.
Las organizaciones cívicas, políticas, y religiosas, tienen su rol desde luego. Pero con frecuencia (sobre todo en el caso del tema cubano) son manipuladas, ineficientes, y obsoletas. Mientras, con cada día que pasa, somos más los activistas “por cuenta propia", que gracias a las nuevas herramientas del mundo moderno, estamos logrando en el caso de los cubanos, ser más efectivos en nuestro objetivo. Dicho es para mí, como dije anteriormente, la liberación de nuestro pueblo. Cosa que cada día se hace ver más, una realidad próxima.
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