Este sábado son 13 años de aquella madrugada en que raptaron al cordero para el sacrificio.
Fui de los primeros en caer preso.
Nunca habíamos caído tantos cubanos presos a la misma vez. Paradójicamente nunca me había sentido tan
libre. Aquella madrugada despertó a
muchos que hasta entonces estaban dormidos.
Muchos que hasta entonces estaban soñando sueños americanos despertaron
al fin. Un socio mío desde que éramos
fiñe, uno de los mas asimilados, me llama por teléfono durante aquella saga y me
dice: “No nos aceptan”.
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