El verdadero canje por Alan Gross fue por el fin de la
ayuda USAID a Cuba y lo demás es cuento.
Desde el primer día que meten preso al judío años atrás la meta era
esa. El día de su liberación, cuando lo del anuncio histórico simultaneo dado a conocer por los poderes de Cuba y
Estados Unidos el pasado 17 de diciembre, Gross no había aterrizado a tierras
de libertad y ya estaba renunciando aquella mañana el jefe de la agencia en cuestión. La carta de renuncia del muchacho listaba
logros durante su administración y ni una palabra sobre tecnología. Estamos hablando de alguien que entró a su
cargo con la mira en abrir a los países subdesarrollados a la tecnología de
hoy.
Un socio mío que trabajó por allá arriba con
tales entidades me decía el día que soltaron al subcontratista que hacía meses
USAID no enviaba ayuda a Cuba. Ni un dólar
a los disidentes. Nada hacía rato.
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