lunes, 5 de mayo de 2008

Tarsicio Nieto (1924-2008)


Estandarte de La Archicofradía de La Virgen de La Caridad de El Cobre fundada el 15 de junio de 1968.

Fui a cumplir la promesa que le tengo hecha a la Virgen esta mañana. Quería cumplírsela por la mañana en la Ermita de La Caridad (www.ermitadelacaridad.org) porque un día como hoy lunes, a esas horas no hay mucha gente allí y podía cumplir mi promesa lo mas discretamente posible.

Cuando llegue a la Ermita me percate de que esta mañana no era igual que las otras por la cantidad de vehículos estacionados. Por fin me di cuenta que se trataba de un funeral cuando veo frente a la entrada de la Ermita el pisicorre fúnebre. Vi a la entrada a un señor que lo conozco de vista. Cargaba una corona gigante de flores. Me le acerque y le pregunte de quien se trataba el funeral. Me contesto: “De Nieto, uno de los fundadores de la Ermita.” Tarsicio Nieto, primer presidente de la Archicofradía de la Virgen de la Caridad. Para él era la Misa esta mañana en la Ermita que ayudo fundar.

Tarisicio Nieto (1924-2008), según nos contaba Monseñor Agustín Román, durante la Misa, iba de factoría en factoría a la hora del almuerzo a explicarle a los trabajadores exiliados cubanos de los años 60, el proyecto para construir una casa a la Patrona de Cuba. A base de kilos (centavos) fueron la mayoría de las primeras donaciones para el proyecto de construcción de la Ermita. Otros exiliados daban parte de su sueldo de la semana. Humildes donaciones. Así se construyo la Ermita y fue fundada en Miami en 1967. Monseñor Román decía que cuando todo parecía difícil, Nieto insistía de que se podía, insistía en el proyecto.

Hoy lunes, 5 de mayo de 2008, Tarsicio Nieto tuvo su Misa de Exequias en la Ermita por la que tanto trabajo para hacer realidad. Mas que un amigo, un hermano para Monseñor Román. “Siempre estuvo a mi lado, desde el principio” declaro el Monseñor. Hoy recibió cristiana sepultura en el exilio, el primer presidente de la Archicofradía. De seguro esta desde las alturas Tarsicio Nieto en compañía de su Reina de Cuba, mirando a la Ermita, sonriendo, lleno de satisfacción por una obra bien hecha, para todos los tiempos.

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