Por supuesto que el modelo cubano impuesto en el país no
ayuda a acabar con el abuso y violencia que hoy sufre la mujer cubana. Pero por muy anticastrista que uno sea, por
muy anticomunista que se sea, no creo que toda la culpa se le pueda echar al
sistema que desde 54 años rige el poder absoluto en Cuba.
Por supuesto que la violencia contra las Damas de Blanco y otras mujeres contestatarias es algo que sistemáticamente promueve
el régimen machista de La Habana. Así y
todo, es inconcebible ver una y otra vez como a la mujer cubana se le pega públicamente
con total impunidad. En un día como hoy
es preocupante ver como Cuba, léase régimen cubano, pueda formar parte de un
Consejo de Derechos Humanos mientras permite y promueve la violencia contra la
mujer.
Decía primero que no se le puede echar toda la culpa al régimen
porque pienso que el abuso y violencia contra la mujer cubana es un fenómeno cultural
que si bien no es netamente criollo, si lo es por sus raíces machistas que
fueron sembradas en los tiempos de la Colonia. Así y todo es igualmente
inconcebible que un pueblo cuyo primer símbolo nacional es femenino, sea capaz
de cometer semejantes atropellos contra la mujer como los vistos a través de la
historia, abuso y violencia contra las cubanas en la casa y en la calle.
Nuestra generación y futuras generaciones de cubanos no
podemos seguir sin reaccionar ante una crisis que atenta contra la misma
existencia de la mujer cubana. Empecemos
por nosotros mismos, por el individuo, nos urge cambiar actitudes y conductas,
hagamos conciencia, seamos capaces de eliminar una vez por toda la violencia
contra la mujer. No más tolerancia con
el abuso y violencia contra las mujeres en Cuba. ¡No más violencia contra la mujer cubana!
No hay comentarios:
Publicar un comentario