“Me monte en el M-1, me quitaron el canguro. Me monte en el M-2, me quitaron el reloj. Me monte en el M-3, me viraron al revés. Me monte en el M-4, me quitaron los zapatos. Me monte en el M-5, me quitaron hasta el cinto...” Así canta el joven rumba-rapero, Michelito “El Vaticano” en alusión a las penurias que atraviesan los pasajeros en la capital de Cuba cuando viajan en los notoriamente famosos “camellos.” Los cubanos bautizaron con el nombre de camellos al invento producto del Periodo Especial para tratar de sortear la falta de transporte publico en el país a raíz de la desaparición de la Unión Soviética.
La creación criolla de soldar sobre una plataforma a ambos lados de ella dos autobuses soviéticos remolcados por una rastra, encorvado al frente y atrás, da la impresión de ser una versión metálica sobre ruedas del animal que habita los desiertos. Ayer por la noche, con la ruta M-6, supuestamente rodó el ultimo camello en La Habana. Los camellos se van al campo a partir de hoy. Sus relevos, las guaguas chinas. Los Yutong, 3,000 modernos autobuses adquiridos de la China para rodarlos en la capital del país forman parte de la respuesta del régimen de Raúl a la crisis del transporte. Los camellos se van de La Habana para aliviar la falta de transporte en otras localidades del interior y paradójicamente así, alivian a los pasajeros de la capital al convertirse en memoria sus abarrotados viajes de calor por la falta de aire acondicionado, mal olores y carterismo.
Los modernos ómnibus chinos que ya están rodando en la capital, son todo un símbolo de los tiempos que se avecinan en Cuba. No tan discretamente, pero si paulatinamente, Raúl Castro viene incrementando sus vínculos con China. No es secreto que para el general, China le representa un buen vehículo para su sucesión. El que en los próximos cuatro o cinco años lleguen a Cuba 5,000 ómnibus de la China sirve de termómetro de lo que viene. Entre 600 a 800 de estos buses serán montados en la planta de producción de ómnibus en Guanajay con asesoría de técnicos chinos “en una industria que se recupera” dijo este viernes el miembro del Buró Político, Carlos Lage, durante un recorrido por la provincia de La Habana según informo ayer el periódico Granma (http://www.granma.co.cu/).
Guaguas chinas reemplazando en La Habana a los camellos fabricados con ómnibus soviéticos. ¿Severo simbolismo? Técnicos chinos asesorando a los cubanos en la industria del transporte. ¿Casualidad? Es posible que lo sea. Pero con el pasar de los días, semanas y meses desde que Raúl Castro asumió el poder, no solo son los ómnibus nuevos de la capital que lucen modelo chino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario