Entre el país real y el mundo virtual

Hace poco mas de una decada, una carta enviada a un familiar en Cuba demoraba en llegar un mes si tenias suerte. Hoy con un click enviar un email a la prima en Holguín es cosa de un par de horas cuando mas. Ni hablar de los servicios de mensajeria al instante que facilitan chatear inmediatemante gracias al mundo virtual. No importa que se este geograficamente a 150 kilometros, 90 millas o mas de la Isla. El intercambio de mensajes, fotos y hasta videos ya es cosa de todos los dias. Si es verdad que Cuba tiene el numero mas pesimo de internautas en el planeta, tambien es verdad que cada dia son mas los cubanos que logran “resolver” una conexión a la red informática.

No extraña entonces que la mayoria de los delegados que participarón la semana pasada en el VII Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, UNEAC (www.uneac.org.cu) celebrado en La Habana, cuentan con cuentas de correo electronico y acceso a Intranet. Los autores, artistas y realizadores reclamarón el derecho a las nuevas tecnologias disponibles, lease, conexión a Internet sin censura. Fue abrumador el pedido por lo que el ministro de Cultura, Abel Prieto, se vio obligado a dar respuesta. Durante su discurso en la clausura del evento, el ministro explica:
“Hay que ver cómo nosotros podemos ir logrando que esas dos cosas, esas nuevas tecnologías y ese extraordinario talento creador que hay en este país, puedan articularse y que ese talento pueda usar esas tecnologías... hay que decir que si en algún país pueden utilizarse y aprovecharse al máximo, en un sentido educativo y cultural, estas nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, es justamente en Cuba. En muchos otros países, lamentablemente, predomina un uso comercial frívolo de estos medios. En este debate de una red de bibliotecarios que les decía, Biblio-info-sociedad, algo así se llama, un participante afirmaba que parece un chiste hablar de que vivimos en la pomposamente llamada «era de la información y el conocimiento», ya que la mayoría de los niños, adolescentes y adultos que tienen acceso a esas tecnologías, las emplean, sobre todo, para la diversión y el entretenimiento más frívolos e intrascendentes, para comprar y para enterarse de cómo va la vida personal de los famosos.

Al ministro cubano le gusta llevar el pelo largo pero por favor… que no nos tome el pelo. Lo que para el ministro pueda resultar frívolo no es necesariamente asi para otro ciudadano. ¿Y quien determina que es o no es intranscendental? ¿Y que importa si lo es o no? Lo que definitivamente si ha sido transcendental es ese reclamo de los intelectuales a tener acceso a las nuevas tecnologias. El discurso del ministro de cabello largo es demasiado simplista. En todo el país cada vez son mas los cubanos con deseos reales a saber la verdad, la otra, toda. Sin querer quizas, los delegados al VII Congreso de la UNEAC hablaron por ellos.

No son los creadores delegados al VII Congreso solamente quienes reflejan la necesidad de que se les satisfaga los deseos reales a los cubanos. “Tocar el país real” es el titular recién publicado en Juventud Rebelde (www.juventudrebelde.cu) “No se debe emprender el debate ahora como una campaña y mucho menos como rutina en la cual los funcionarios acudan a nuestros espacios a dar información sobre determinados temas y todo transcurra como una exposición más. Es necesaria una contraparte que los emplace de una manera profesional, y los comprometa a ser consecuentes” afirma el periodista Omar George en dicho articulo que a decir verdad, parece algo sacado de The New York Times (www.nytimes.com) o del ABC de Madrid (www.abc.es) y no de un diario oficialista de Cuba. Para el tambien periodista, Hugo Rius:“Si nos pasamos la vida diciendo que este es un país de alto nivel de instrucción, un pueblo al que hemos invitado a desarrollar la inteligencia, no le podemos decir que la anule.”

George y Rius, ambos Premios Nacionales de Periodismo José Martí, se adelantaban al ministro de Cultura en el reciente articulo. No son los únicos, ni son pocos los cubanos que estos dias se están adelantando y encontrandose entre el país real y el mundo virtual.