viernes, 27 de marzo de 2009

Inminencia de una nueva política de Estados Unidos y Cuba


Inminencia de una nueva política de Estados Unidos y Cuba
Rolando H. Castañeda y Lorenzo Cañizares


La diplomacia de EE.UU. ha estado afectada adversamente en los últimos 17 años, por la votación en Naciones Unidas contra el embargo que mantiene contra Cuba. En 2008, de los 192 países de la ONU, 185 apoyaron la resolución y 3 votaron en contra de ella (EE.UU., Israel y Palau), mientras que las Islas Marshall y Micronesia se abstuvieron y El Salvador e Irak no participaron en la votación. Israel, que ha apoyado el embargo en la ONU, mantiene inversiones y vínculos comerciales con la isla. Poco después de la votación en la ONU, el ex canciller cubano Pérez Roque comentó que el fracasado “bloqueo” es más viejo que el señor Barack Obama y toda su generación.

El 17 de diciembre del 2008, los presidentes de América Latina y el Caribe reunidos en Costa do Sauipe, noreste de Brasil, en un momento histórico de búsqueda de una mayor integración regional y en un gesto de unidad política en una región que tiene significativas diferencias, solicitaron el final del embargo de EE.UU. contra Cuba. Previamente habían incorporado a Cuba al Grupo de Río, el mecanismo de consulta sin órganos decisorios integrado por 23 países latinoamericanos. El 16 de marzo de 2009 el Presidente Luiz Inacio Lula da Silva solicitó el fin del embargo en una reunión en New York auspiciada por el Wall Street Journal y el 17 de marzo del 2009 El Salvador y Costa Rica anunciaron casi simultáneamente el restablecimiento de relaciones diplomáticas con la isla, con lo que todos los países de la región, excepto EE.UU., las tienen con la isla.

En la reciente visita a Washington el presidente Lula recordó que faltan pocos días para la Cumbre de las Américas del 17 al 19 de abril en Trinidad y Tobago, donde se van a encontrar todos los presidentes de la región. Señaló que le había comentado al presidente Obama, y que tiene esperanzas de que así ocurra, que es necesario una aproximación con Venezuela, Cuba y Bolivia. Además, señaló que se debería construir una nueva relación entre América Latina y EE.UU. basada en la confianza, no injerencia y compaginar las cosas buenas.

La posición latinoamericana fue muy importante para que los EE.UU. estuvieran dispuestos a abrogar la Enmienda Platt en la Conferencia de Montevideo de 1934 que no sólo marcó un hito favorable en las relaciones entre Cuba y los EE.UU. sino para la región.

Muchos de los principales centro de investigación política en los EE.UU. (entre ellos Brookings Institution, el Interamerican Dialogue, the Council for Foreign Relations y el Atlantic Council), han hecho recientemente propuestas al Gobierno de EE.UU. de adoptar medidas para modificar sustancialmente las relaciones con Cuba con base en los intereses políticos estratégicos de los EE.UU. en general y en la región en particular.

Como parte de los preparativos para la Cumbre, el presidente Obama designó al vicepresidente Joseph Biden para que viaje a Chile y Costa Rica del 27 al 30 de marzo, donde coincidirá con varios mandatarios de la región, mientras que la secretaria de Estado Hillary Clinton visitó a México el 25 y 26 de marzo. Asimismo, nombró al diplomático Jeffrey Davidow, ex embajador en Venezuela y México, como consejero especial para la Cumbre e invitó al representante Charles Rangel, un promotor de la derogación del embargo, a integrar la delegación estadounidense.

El 20 de marzo el presidente Obama envió un mensaje a las autoridades de Irán indicando su compromiso de resolver las disputas y conflictos existentes entre ambos países por la vía del diálogo honesto, la diplomacia y el respeto mutuo...También indicó que veía un futuro mejor basado en el intercambio y un mayor comercio entre ambos pueblos lo cual ayude a superar las diferencias del pasado. Este mensaje no ha pasado desapercibido en la región latinoamericana que percibe a Obama como el presidente del cambio.

La situación económica actual de Cuba es muy difícil según el destacado economista independiente Oscar Espinosa Chepe. Ya a mediados del año 2008 Cuba había anunciado que no podría servir su deuda externa. Posteriormente, se vio azotada por tres huracanes que crearon pérdidas por un 20% del PIB real. Al respecto, cabe destacar que los economistas definen una depresión como una pérdida del PIB real de 10% o más. Asimismo, en 2009, los ingresos por remesas, turismo y níquel de la isla se han visto afectados negativamente como consecuencia de la recesión internacional.

Cuba es un país pequeño cuyas relaciones económicas y financieras principales deberían ser principalmente con los EE.UU. como suelen ser las relaciones de las economías pequeñas con las grandes economías cercanas de acuerdo a evidencia empírica y la teoría gravitacional de Tinbergen, el primer premio Nobel de economía. De esas relaciones Cuba tiene mucho que ganar para lograr y mantener un crecimiento alto y sostenido y explotar más adecuadamente sus recursos naturales entre ellos el petróleo. Adicionalmente, Cuba tiene el reclamo pendiente de la base naval de Guantánamo que si bien no tiene gran valor estratégico militar tiene un gran valor para el pueblo cubano pues es parte de su territorio nacional.

En conclusión, hay una serie de condiciones que hacer prever que próximamente habrá una significativa distensión entre EE.UU. y Cuba. EE.UU. puede ganar políticamente de normalizar sus relaciones con Cuba y la isla tiene que ganar económicamente de ello. Por consiguiente, los países de la región esperan mucho de la próxima Cumbre de Trinidad y Tobago.


Rolando H. Castañeda es economista cubano-americano; jubilado del Banco Interamericano de Desarrollo. Reside en Washington, DC. Lorenzo Cañizares es sindicalista cubano-americano. Especialista de Organización para la Pennsylvania State Education Association. Reside en Harrisburg, PA.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es una realidad que la política norteamericana con Cuba nunca ha tenido otro efecto que el de contribuir a la propaganda castrista y a separar a los cubanos. Por eso es necesario implantar un nuevo método que, sin excesivas concesiones, alivie la penuria del pueblo cubano y contribuya a acabar con el castrismo.

Mickey dijo...

Armienne,

Estoy completamente de acuerdo con tu opinión. Gracias por la visita al blog.