“El Estado cubano no quiere dejar a sus hijos en la calle, y promete ayudar a los despedidos a cambiar de trabajo. Eso sí que es un plan de ajuste. La cosa es que, muy probablemente, este plan radical obtenga los resultados deseados: sacar al país de la parálisis económica, de las brutales diferencias de ingresos entre empleados públicos y empleados del turismo y otros servicios a extranjeros. Allí el problema no es un punto arriba o abajo de crecimiento del PIB o del déficit público: se trata, ahora también, de Patria o muerte. Y quizá venceremos”. José Ignacio Rufino Rus
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario