Como aspiro, Amaury, a que el anonimato parece que imposible de evitar en Internet no encuentre justificación o dignificación en la Práctica que promueven organizaciones políticas no me importa decir (decirte) lo que sigue. Bastaría a la Contra enviar anónimos a tutiplén para paralizar el país. ¿Te das cuenta? siempre lo indigno es dañino, ineficiente y malvado. Es como adentrarse en una tembladera de lo que puedes suponer. Y entonces, ¿es que puede compararse el Anónimo-político o Laboral con esta profusión de anónimos, pseudónimos y máscaras? Ni lo hago ni me atrevo a dar respuesta y menos a dármela ante un fenómeno mundial de intercambios y prudencias que invade Internet, Facebook y etcétera, etcétera. Introduje la palabra Prudencia ¿Será esta la clave de todo?
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