Cuba, además de su aliada Venezuela represiva, es virtualmente el único lugar en el Hemisferio Occidental, donde la distribución de computadoras portátiles y equipos de telefonía por satélite destinado a conectar a la gente a Internet - el supuesto “crimen” del Sr. Gross "crimen"- podría ser interpretado como subversivo. El régimen de La Habana es tan frágil y crujiente que palidece ante la idea de que sus súbditos se comuniquen con demasiada libertad con el mundo exterior, para no socavar el sistema comunista, cuyos intentos de desarrollo económico han obtenido resultados escasos.
Hay un montón de razones humanitarias para la liberación del Sr. Gross, que ha estado confinado durante 19 meses. Algo pasado de peso cuando fue detenido, el Sr. Gross ha perdido 100 libras, de acuerdo con su esposa y otros visitantes norteamericanos que han sido autorizados a reunirse con él, sino que también sufre de gota, úlceras y artritis. Su hija está luchando contra el cáncer, y su madre se ha reportado esta mal de salud.
Las autoridades cubanas han descrito al Sr. Gross como un espía que está involucrado en una empresa dirigida a socavar el régimen. Eso parece poco probable en lo extremo. De hecho, el Sr. Gross, un trabajador veterano del desarrollo con el mando de un mínimo de español, era parte de un proyecto de democratización del tipo que el Gobierno de EEUU ejecuta en países alrededor del mundo.
Nota del blog: La traducción extraoficial de la opinión editada del inglés al español es mía.
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