domingo, 14 de diciembre de 2008

Entrevista a Oswaldo Payá

Titular de hoy en el sitio virtual de ABC (www.abc.es):
Los Castro prohíben al disidente Oswaldo Payá asistir al 20 aniversario del Premio Sajarov en Estrasburgo

Hace poco el opositor cubano Oswaldo Papá Sardinas (www.oswaldopaya.org) me concedió una breve entrevista para Univision Radio (www.univision.com). La entrevista (exclusiva de la cadena Univision) fue editada el mes pasado y publicada en dos partes. A continuación, las dos partes publicadas.

Entrevista a Oswaldo Paya: Parte I

Mickey Garrote entrevista a Oswaldo Payá Sardiñas, líder de la oposición cubana. Esta entrevista pronto será parte de un libro que Payá está escribiendo en la Isla.

Quién es realmente el joven Payá

Oswaldo Payá Sardiñas es conocido hoy dentro y fuera de Cuba como líder del Movimiento Cristiano Liberación (MCL). Sin embargo pocos conocen al joven Oswaldo, su inicio en la lucha por los derechos humanos antes de la creación del MCL y de su trabajo en torno al Proyecto Varela. Háblenos del joven Payá.

Respuesta: Viví bajo protesta y enfrentado, desde niño. Pero no era un super-niño, ni quiero decir que era un niño héroe, sino un niño de una familia de siete hermanos, con unos padres que trabajaban mucho para sostenernos, en un barrio humilde. Pero como dije, enfrentados por el régimen que nos trató como enemigos y nos señaló como gusanos desde el principio, sólo por ser católicos que seguíamos en la iglesia y por no aceptar ser incondicionales al gobierno, que era la única opción para no ser “marcado”.

En mi familia sufrimos punto a punto la etapa de consolidación del poder totalitario, que tuvo varios planos: el desmontaje de la sociedad civil y de toda institución independiente, el aniquilamiento de la actividad económica activa privada y del tejido productivo y de servicios, no hablo de los grandes monopolios sino de tantos y tantos negocios pequeños, de los negocitos y talleres de trabajadores por cuenta propia y familias que fueron despojadas, a nombre del socialismo, del fruto de su trabajo de muchas décadas y de varias generaciones.

También el aniquilamiento de la prensa libre y de toda actividad política que no fuera incondicional a Fidel Castro y simultáneamente la obsesiva descristianización forzada de la sociedad, la cultura y la memoria del pueblo cubano. Esto último, al menos, lo intentaron con todos los recursos políticos, de propaganda, con el sistema educacional, con la represión, el castigo y la exclusión.

No lo lograron totalmente, pero han hecho un grave daño a nivel antropológico, es decir a la persona, a su autoestima, a su sentido del derecho, a la familia, a los vínculos más sanos, libres y auténticos entre los seres humanos dentro de la sociedad.

Propiciando el reino de la mentira, la envidia, la simulación, sólo salvado en parte por la buena voluntad, el amor y las buenas obras de personas de todas las posiciones políticas en Cuba. Vaciaron la sociedad de la moral y valores para instalar la llamada “moral socialista que al final resultó la inmoralidad donde la única referencia es la incondicionalidad al poder. Yo no era un héroe, pero si un niño cristiano y libre, un joven libre y cristiano y ahora un hombre de cincuenta y seis años, digamos en la “frontera de la madurez”, cristiano y por eso libre, con esa libertad que Dios nos da y que nadie nos puede quitar.

De 1969 a 1972 el régimen cubano lo encarcela en Isla de la Juventud, antigua Isla de Pinos. ¿Por qué?

Respuesta:No era formalmente cárcel, pero en la práctica sí. Nos llevaron como reclutas, pero desde los primeros días nos trataban como enemigos (protagonizamos un motín, dispersado a balazos, que narro en un libro que estoy tratando de terminar)

Nos hacían trabajar 10 horas diarias de lunes a sábado en las canteras y en la construcción. Nos decían “los castigados”. Eso fue después que formalmente terminó la UMAP, los tristemente celebres campos de concentración para jóvenes que inventó “la revolución cubana”. Allí en Isla de Pinos se engendró el espíritu de Liberación, fue una etapa de crueldad y abusos contra nosotros todavía adolescentes, pero no doblegaron nuestro espíritu porque no pudieron arrancar nuestra fe. Isla de Pinos fue proclamada “la primera región comunista de Cuba”.

Cuando recuerdo aquello pienso en el pueblo oprimido de Corea del Norte. Al mundo sólo le interesa Corea del Norte cuando los verdugos que la gobiernan amenazan con hacer una bomba atómica, pero poco se habla de los millones de s eres humanos que viven sepultados allí en la opresión más inhumana. Los norcoreanos también tienen derecho a los derechos y ni la violencia, ni más concentración de armamentos, ni otra guerra son caminos de solución, sino una verdadera campaña de solidaridad por los derechos de esos ciudadanos.

Háblenos de Nuestra Señora de los Dolores y hasta que punto su experiencia allí influye al Oswaldo Payá, líder opositor de hoy.

Respuesta: Sí, mucho. No me extenderé en esa experiencia de la Isla, que es muy larga y definitoria en mí. Sólo le digo que lo que hicieron con mi generación fue signo del rasgo más perverso del sistema: apropiarse de las personas y manejar sus vidas sin respeto por su dignidad. No es un asunto político solamente. Es un mecanismo abarcador, es totalitario y por eso la historia de Cuba que debemos hacer hoy, clama y reclama un proceso sin odio y sin violencia y movido por amor y por eso verdaderamente radical: Liberación.

En 1980 con el éxodo del Mariel se le ofrece escapar de la isla. Decidió quedarse. ¿Por qué razón?

Respuesta: Sí, he pensado en que yo si pudiera salir de Cuba, pero he decido quedarme. He despedido a muchos de mis seres queridos, la mayor parte de mi familia, amigos, hermanos de la comunidad de la iglesia y de lucha. El exilio, nuestra diáspora, es la mitad del corazón de Cuba. Desde niño pienso en ellos, muchas veces al día cada día, nunca se separan de mí.

Pero separación física por tantos años es probablemente uno de los daños más profundos de esta etapa y que mas sufrimiento nos ha causado a todos, pero lo sigue causando cada día que vivimos lejos “los de allá” y “los de acá” y porque continua el desgarramiento con la salida de miles de jóvenes y de personas de todas las edades buscando una vida mejor, la libertad, aunque ya ni siquiera se atrevan a decirlo. Las familias se siguen separando. Familias, que sencillamente “escapan”.

Quiero decir que no dejaré de denunciar que ese exilio es diáspora, porque es destierro, porque no puede regresar a su tierra, porque no hay libertad. Esa es una verdad vivida y sufrida. Tampoco dejaremos de proclamar que son parte inseparable de nuestro pueblo. Como lo fueron los chilenos exiliados, los sudafricanos, los polacos, los españoles, durante las tiranías en esos países.

Queremos recordar que en Diciembre 20 del 2007 presentamos en las oficinas de la Asamblea Nacional del Poder Popular una propuesta de ley titulada Proyecto Heredia, en honor al poeta nacional desterrado por el colonialismo español y en denuncia del destierro que viven cientos de miles de cubanos. En esta ley proclamamos el derecho de todos los cubanos a entrar a Cuba, regresar a Cuba y vivir en Cuba libremente, a salir libremente.

Ese derecho no existe en Cuba. También esa ley es contra la discriminación que los cubanos sufrimos en muchos ordenes de manera humillante en nuestra propia tierra. Nosotros reclamamos el derecho de los cubanos a visitar Cuba cuando quieran sin restricciones ni limites, por lo que el gobierno de Estado Unidos debería suspender esas restricciones y limites de viaje a los cubanos a su propia Patria, sin condiciones.

Pero me parece una inconsecuencia, que por otra parte, las propias víctimas ó los supuestos defensores de esas víctimas cubanas, silencien el escándalo mayor: El gobierno cubano mantiene privados de sus derechos ciudadanos y en condición de desterrados a cientos de miles de cubanos a los que ha sentenciado con el castigo de “salida definitiva”.

Esos cubanos no pueden regresar a residir en nuestra Patria, que es su propia Patria y tienen que pedir permiso al gobierno de Cuba para visitar unos días a su familia y volverse a ir. Eso lo denunciamos en el Proyecto Heredia, que es la mencionada ley de Reencuentro Nacional, que ahora queremos reavivar pues ya se cumplirá un año que la presentamos en las oficinas de la Asamblea Nacional y no la han discutido ni publicado.

Pero usted me preguntó otra cosa y se la respondo con sencillez. No me voy de aquí, en mi tierra viviré hasta que Dios me llame y lucharé por mis hermanos los cubanos y sus derechos hasta que sean libres.

Pero déme un espacio más, un pequeño espacio más para defender a mis hermanos los cubanos que viven en el exilio y que sólo pueden venir a Cuba, con permiso del gobierno cubano a visitar a sus familiares. Lo que voy a decir es fuerte, lo digo sin ironía, con amor, pero crudamente. Es penoso ver como a los cubanos les persigue el miedo de aquí hasta allá. Cuando vienen aquí entran en la jaula del miedo y después se lo llevan hasta allá y se callan los abusos que sufren aquí con tal de que el gobierno cubano les permita volver a ver a sus seres queridos en Cuba.

Voy al directo: Hay muchas historias en la aduana cubana.

Historias no contadas. Cuando llega una viejecita, o una mujer de cualquier edad o también un hombre del exilio, al aeropuerto cubano, se le acercan funcionarios de aduana en uniforme, les exigen, sin piedad y descaradamente, dinero para no confiscarle parte de lo que traen. Dinero que ya no darán a sus familiares de acá. Literalmente los chantajean, los atracan, les piden cientos de dólares, que se meten en los bolsillos.

Les dicen “no me de el dinero ahora, espere a salir y me lo da en la puerta” ó “démelo ahora que no nos están mirando”. Pero si no pagan a esa seudo mafia lo exigido, les decomisan sin piedad gran parte de lo que traen y les demoran hasta el agotamiento. Muchos, con sólo llegar a Cuba, ya sienten el pánico. El sentimiento de indefensión se reaviva saliendo de lo más profundo de la memoria, la condición de ciudadano sin derecho en que vivieron antes de emigrar. No es un reproche a mis hermanos cubanos del exilio que son todos mi familia, es denuncia contra el ultraje que sufren.

Ahora que nadie se rasgue las vestiduras diciendo que estoy ofendiendo a un cuerpo oficial del Ministerio del Interior, pues esto es conocido, esto lleva años ocurriendo, esto es indignante. Pero sinceramente lo más desconcertante es que además de los precios abusivos que deben pagar por trámites y viajes, miles y miles de cubanos, de viejitas que traen el dinerito ahorrado de sus pensiones, de hombres y mujeres que trabajan con mucha honradez, sean asaltados silenciosamente por los que visten uniforme oficial y nadie lo denuncie.

Pero ahora espero que esos miles y miles de cubanos que han sufrido este ultraje no permanezcan callados. Nosotros hablaremos por esos hermanos nuestros, aunque estemos aquí en Cuba y ellos en Miami, Madrid, California ó New York.

¿Como se explica que algunos cubanos en el exilio no apoyen la primera iniciativa que reclama todos sus derechos como ciudadanos cubanos con indiscutible dignidad? ¿Será que no conocen el Proyecto Heredia? ¿Por qué? No hablo del exilio, sino de los que han silenciado esta ley, Reencuentro Nacional, y por eso muchos en Cuba y en el exilio no la conocen.

Como también algunos de los medios de difusión en Miami y otras agencias y paginas importantes, silencian nuestra actual campaña del Proyecto Varela que ahora m1s que nunca es esperanza y camino de cambio verdadero que estamos reactivando dentro de Cuba. ¿Por qué?

Entrevista a Oswaldo Paya: Parte II

Se le compara a usted con el líder obrero polaco Lech Walesa. La Iglesia Católica en Polonia apoyo desde su principio a Walesa y su sindicato Solidaridad. Siendo usted católico practicante de siempre y el MCL una organización de principios afines a los de la Iglesia, ¿por qué no recibe la misma solidaridad que le ofrecieron a los obreros polacos la Iglesia Católica en Polonia?

Respuesta: Admiro mucho a Walessa, a Havel y a otros. No me comparo con ellos, También admiro a muchos de mis hermanos cubanos héroes de la liberación, especialmente a esos que están en prisión, a todos ellos sin distinción. Nunca he pedido esa solidaridad de la iglesia. No voy a emplazar a la iglesia ni he intentado hacer mi lucha bajo la sombrilla de la iglesia, ni escribir y hacer publicidad bajo la identidad de la iglesia que es como hacer carrera política a costa de la iglesia. Por que eso es no sería bueno, ni leal para la Iglesia ni para la lucha por la liberación. Tampoco evadiré el tema.

En Cuba el régimen oprime también a las iglesias, las condiciona y les inflige miedo como a toda la sociedad y a todos los ciudadanos. Creo, como parte inseparable que soy de la iglesia en Cuba, que hay un déficit, una omisión, no total, pero si muy significativa de la dimensión profética.

Este déficit hace incompleto el cumplimiento de la misión evangelizadora y por tanto liberadora de la iglesia. Esto es superable pero es también urgente que se supere, no para hacer un mejor papel para la historia, sino por amor al prójimo que fue el motivo de Jesucristo para asumir la cruz, convirtiendo así su Cruz en la fuente de la verdadera liberación, del pecado y de la muerte.

He recibido mucho apoyo humano y solidaridad de personas de la Iglesia, Dios, ellos y yo lo sabemos. También hemos sufrido la exclusión y hasta la rivalidad de los que desde la Iglesia quieren hacerse de un lugar político. Pero entiéndase bien: Cuando se habla de la iglesia se habla de mí.

Quiero decirle que en el mundo durante mucho tiempo hemos estado solos en esta lucha ó casi solos y todavía muchos intelectuales, artistas, políticos, religiosos, instituciones y estados cuidan el estatus y la buena relación con el gobierno cubano mientras hacen su papel de demócratas, de izquierda o de derecha, de centro o de cualquier flanco, en una verdadera esquizofrenia conciente, sin exigir mejoras en los derechos humanos.

Nosotros en esta etapa en que tantas fuerzas tratan de sepultar la esperanza de los cubanos y apostar pragmáticamente por el continuismo, hemos reactivado la campaña del Proyecto Varela. Esta campaña es radical porque demanda los derechos de los cubanos como único camino de cambios justos. Ya después de cincuenta años el balance es que sin derechos, no hay justicia, ni hay igualdad, ni hay verdadera libertad, ni hay concordia. No bastan con los derechos, pero son imprescindibles para poder construir esa sociedad mas justa, más humana y más libre en que queremos vivir, en un estado de derecho y libertad, en un estado de solidaridad y justicia, el estado de fraternidad.

Basta ya de engaños, racionalizaciones, humillaciones. O somos libres ó no somos libres Y ahora los cubanos no somos libres. Y si no lo logramos nosotros mismos en esta generación, nuestros hijos tampoco serán libres.

Pero esa demanda la tenemos que hacer nosotros los cubanos, a los que nadie puede sustituir como protagonistas de su propia liberación. No queremos intervención ni violencia, que sólo trae nuevas opresiones. No vamos a emplazar a nadie fuera de Cuba o en Cuba a que nos apoye. Sencillamente llamamos….


Es conocido que las autoridades cubanas han impedido reuniones del Comité Ciudadano de Reconciliación y Diálogo (CCRD), comité que promueve la Campaña Foro Cubano. ¿Cómo va ese esfuerzo ciudadano?

Respuesta: En condiciones muy difíciles. Porque el gobierno y sus cuerpos represivos saben que con el Proyecto Varela y con Foro cubano no pueden dar su famosa “batalla de ideas”. Por que la liberación es la idea más hermosa y mas humana de las ideas. Es decir no pueden hablar públicamente del Proyecto Varela y mucho menos publicarlo porque saben que la mayoría va a apoyarlo diciendo que ¨eso es lo que queremos”. Porque a nadie se le puede convencer de que no merece sus derechos ó de que es mejor que no tenga derechos.

Por lo que todos los medios represivos, de propaganda, de diversionismo del estado se dirigen contra nuestro modesto pero aunténtico movimiento ciudadano. Los cuerpos represivos hacen una lucha represiva y sin honor, porque en vez de permitir el conocimiento de nuestras propuestas , la tergiversan, mienten , falsifican, amenazan, abusan del indefenso y su familia, para que no apoye estas demandas y mantienen secuestrados a los Prisioneros de la Primavera de Cuba como una amenaza permanente contra todos los cubanos.

Yo siempre les digo que si yo tuviera que defender una causa por esos medios no lo haría, porque el fin no justifica los medios. Quien tiene que defender una causa con el abuso, la mentira y la injusticia, es porque defiende una causa injusta y perdida. La mentira necesita de todos los recursos del mal. La verdad solo necesita de testigos que la sostengan con fe y por amor.

Pero le digo a los que lean esto; si duro y difícil es enfrentarse a un poder inmenso como el que enfrentamos, doblemente duro es cuando hay que enfrentar más de un poder. Sin vanidad le digo que eso es dificilísimo. Porque cuando por defender tu Patria, los pobres, la libertad, te enfrentas a mas de un gran poder de este mundo (y hay varios) te puedes quedar solo, te silencian, te acosan en un fuego cruzado, a veces silencioso, pero fuego al fin y al cabo.

Y eso es lo que hacen contra el Proyecto Varela algunos que tienen mucho poder y las llaves de los medios de difusión, que atacan o silencian al Proyecto Varela y Foro Cubano que son campañas transparentes. Inclusive marcan y castigan con la exclusión a quien se atreve a apoyarnos. Este fuego a veces ruidoso, a veces con silenciadores, contra nosotros, contra el Proyecto Varela es un escándalo mudo, porque más que a un proyecto están atacando al más determinado y transparente intento de los cubanos por lograr sus derechos. Todos los saben.

Quiero decir que esas fuerzas no son el exilio, ni representa n la mayoría del exilio y que tampoco los tratamos como enemigos, pues no somos enemigos de nadie y ellos son nuestros hermanos. Sólo los llamamos a que despierten de esa actitud, pues llevan años persiguiéndonos con mucha intensidad mientras luchamos pacíficamente dentro de Cuba en desigual combate.

Nuestra propuesta está abierta al diálogo.

El Llamamiento del Cobre que proclamamos en 1991, dice “La patria somos todos los cubanos”. Nadie individualmente, ni persona, ni grupo, se puede llevar la historia en un bolsillo. Ni la historia, ni la Gloria y si se trata de gloria, ¡que sea Gloria a Dios! ¿ Y en la tierra? ¡Pues señores, en la Tierra: Paz!

En este momento histórico que vive Cuba, ¿Ve Oswaldo Payá la posibilidad de que las autoridades cubanas se sienten a dialogar con los ciudadanos de a pie algún día no muy lejano?

Respuesta: Sí, creo que es posible y estamos dispuestos, espiritualmente y humanamente dispuestos, y también políticamente dispuestos.

Pero hay mucha arrogancia del grupo de poder. Lo que les diré ahora lo digo sin odio, como decimos nosotros “sin odio de clases, ni odio de ninguna clase”.

Los que forman el grupo que tiene el poder total en Cuba, aunque incondicionales a Fidel Castro, tienen una experiencia de ese poder total de cinco décadas y eso enferma. Ellos también tienen que liberarse de un poder que han ejercido muy por encima de la mayoría de los cubanos y de los derechos y del derecho, y hasta de la ley, que en su momento violan o cambian en función de sus intereses. Tienen poder, privilegios, muchos viven como ricos y son “personas especiales”.

Hay experiencia popular de relación con las personas del poder a distintos niveles que se expresa en protesta, miedo, sumisión o burla o en lamento de diversas maneras. Desde los códigos verbales como llamarles pinchos, mayimbes, “dirigentes”, hasta de decir; “ese es poderoso”, pasando por diversos gestos que se hacen después de mirar para los lados y que no caben en el papel.

En esto los del más alto poder se comportan como una oligarquía y hasta como una aristocracia. Lo peor es que muchos en Cuba y en el mundo, aceptan este privilegio, esta corrupción institucionalizada, como algo irremediable y hasta normal. Hasta en la ley electoral se han reservado al menos, “la mitad de las candidaturas únicas” para diputados, esas personas especiales (puede ver nuestra demanda de nueva Ley electoral y los Fundamentos del Proyecto Varela en www.oswaldopaya.org).

Como decía en párrafos anteriores, se sienten seguros en el miedo que infunden a los ciudadanos, esos son los cimientos de este régimen y a su vez su muralla protectora, la misma muralla que atrapa y encierra a los mismos que tienen el poder, que tampoco son libres. Esa muralla ya va a caer. Nosotros decimos: “Es mejor que todos tengan derechos y oportunidades a que sólo un grupo tenga todo el poder y muchos privilegios”.

Verdaderamente creo que para “ellos”, como dice el pueblo, “ellos” ó “esta gente”, también es mejor, tendrían mejor vida, si todos tuviésemos derechos. Pero hasta ahora se empeñan en exhibir sus triunfos de control y sometimiento como el éxito de su poder, envuelto en un gran teatro donde el miedo y la simulación que desfigura a las personas ó al pueblo son los factores dominantes. Eso está hundiendo cada vez más nuestra sociedad.

Es decir, han creado un gran teatro basado en el miedo

Actúan como si este miedo fuera auténtico por que han logrado que la mayoría simule el papel de conformidad e incondicionalidad. Pero todos saben que el miedo esta presente. Todo lo resuelven imponiendo lo que nadie se cree, en los barrios, en los colectivos de trabajadores y estudiantes, con los medios de comunicación, el partido comunista, las brigadas de terror llamadas de respuesta rápida.

Tienen al pueblo atrapado en su miedo y en su indefensión, ofendiendo amenazando, abusando del indefenso, encarcelando. Mi familia ha sido amenazada, hay acciones muy graves, ellos lo saben, contra mi familia y contra mis hijos. Nosotros no odiamos ni queremos el mal de sus familias ni de nadie. A veces parece que perdieron el sentido del límite y eso puede llevar al desastre.

Es una ceguera de clase dominante no popular, pero la arrogancia que tienen es fatal. Ofenden, insultan, desprecian, amenazan, encarcelan. No aceptan nada que sea diferente o que disienta porque en el fondo saben que todos quieren ser libres. Tratan sin respeto alguno y descalifican a todo el que denuncia injusticias o presenta ideas esencialmente distintas y hasta las cosméticamente distintas. Inclusive responden con las palabras más sucias, como para paralizar toda disensión.

Este mecanismo de intimidación anticipada es empleado lo mismo contra cada ciudadano mediante la propaganda y los dispositivos de represión en cada cuadra, como también contra la iglesia, los diplomáticos, los periodistas extranjeros, los políticos extranjeros. Alguien tiene que decírselo y es mejor que sea un cubano hermano de ellos porque si muchos, si la mayoría les hace el juego entonces no cambiará nada para bien.

Nosotros no los odiamos pero no nos vamos a someter por miedo. Las puertas del dialogo están abiertas, para la reconciliación y para implementar el proceso que devuelva al pueblo lo que es del pueblo: su libertad, sus derechos la paz y la soberanía.

La simulación y el sometimiento que pueden surgir como mecanismos de defensa, ya se han convertido en el camino de la perdición para Cuba. Superar esas actitudes; es liberación. Liberación del odio, de la mentira, del egoísmo, la liberación en el amor y la verdad. La liberación de los prisioneros políticos sería el verdadero signo del inicio del cambio que todos quieren. Estamos dispuestos al diálogo pero el diálogo ese un camino no un fin por si sólo. En todo caso impulsamos un diálogo nacional, no solo entre gobierno y oposición.

Los que gobiernan son cubanos, seres humanos, a los que nadie puede descalificar, como hacen ellos con nosotros, de la vida en Cuba y de los cambios que nuestra sociedad necesita. Creo que esta situación es superable para todos porque nadie esta exento de la buena voluntad. Eso si, debo decir que están abusando hace mucho de la paciencia del pueblo, insultando su inteligencia y ultrajando su dignidad al mantener como si fuera la voluntad popular un orden sin derechos que todos quieren cambiar.

De nuestra parte, las puertas están abiertas para el diálogo.

Si se creen tan poderosos y fuertes y por encima de todos, que esta propuesta nuestra les provoca burla y desprecio, yo lo les digo que ese fue el preámbulo de las caídas estrepitosas de las peores tiranías de la historia. Pero nosotros no queremos que ningún ser humano caiga, sino que todos se levanten y nos demos las manos como hermanos, pero como hombres y mujeres libres.

Eso es posible en Cuba, esa es la esperanza y eso sucederá.

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