¿Por qué?
Gladys P. Cañizares
El desconcierto no dura 50 años. ¿Cuántos actos más necesitamos en el Capitolio? ¿Cuántos mensajes más necesitamos enviar a presidentes? La movilización del exilio no ha bastado.
En ningún momento he querido cuestionar la valentía de la oposición en Cuba. Estoy consciente de esto. No obstante, insisto que algo extraño pasa o falta en el pueblo cubano. Cuando digo pueblo me refiero a todos. Por ejemplo: cuando los cubanos salimos de Cuba nos arriesgamos a un idioma nuevo y un futuro incierto; cuando los cubanos se escapan de Cuba en balsas arriesgan sus vidas por llegar a Estados Unidos y no siempre por libertad, algunos hacen referencias a la situación económica.
¿Qué detiene al pueblo cubano de arriesgarse por liberarse del yugo que les ha privado de su libertad y los ha sumido a condiciones paupérrimas? Después de todo, el derecho primordial de un ser humano es ejercer su libre albedrio o el derecho de decidir, escoger, planear y anhelar un presente y mejor futuro.
Todos los cubanos hemos sufrido de este castigo. A los que vivimos en exilio nos han robado el derecho de desarrollar nuestras vidas en Cuba. Y los cubanos en la isla quedaron sumidos en una prisión sin rejas, ya sea por convicción o por impedimentos.
Es cierto que a través de 50 años ha existido y existe una oposición valiente y capaz de morir por sus ideales. Sin embargo, yo me refiero a aquellos que no tienen afiliación con el gobierno ni con la oposición y son la mayoría. Indudablemente y con excepción a los más cercanos al régimen, estos cubanos también carecen de sus libertades y sufren penurias. Viven sin aspiraciones por no poder elegir sobre diferentes aspectos de su vida, no pueden leer y ver televisión sin ser censurados, no pueden comprar sus alimentos y ropas sin ser racionados, no pueden comprar un auto en una concesionaria como el resto del mundo, no pueden tener un negocio propio, y no pueden viajar libremente dentro o fuera de Cuba.
¿Qué es necesario para que despierten? ¿Qué les impide protestar en masa y exigir un cambio? Muchos contestarán que el miedo a la represión les paraliza, pero no es convincente. Desgraciadamente el encarcelamiento de cubanos y su muerte por disentir, así como las protestas del exilio ante gobiernos y organizaciones de derechos humanos tampoco ha logrado el impacto requerido para lograr el cambio.
¿Por qué?
No hay comentarios:
Publicar un comentario