La princesa Mariela toma la palabra
Foto de Juan Antonio Madrazo Luna
Foto de Juan Antonio Madrazo Luna
Sé que pueden decirse a sí mismo, El Mickey esta metiéndole a la pipa. Pero estoy pensando que las riendas del poder en Cuba van a dárselas a Mariela Castro. La China, como cariñosamente algunos en la Oposición cubana llaman al General, ha sabido mantenerse al frente del país desde que cogió la batuta hace cinco años. Con altas y bajas ha sabido dar un aire de que las cosas están cambiando en la isla, sean o no profundos los cambios, y por muy lentos que sean dichos, la verdad es que ha sabido crear la ilusión de que las cosas están cambiando. Todo parece indicar que puede tirar otros cinco más si la biología se lo permite. Y cuidado… Puede que tire otros diez también.
En lo que el palo va y viene, Raúl Castro está preparando las condiciones para pasarle la batuta a su hija. Contrario a lo que ella, él, y demás estén diciendo que no quiere, no desea ella esa responsabilidad. Lo cierto es que a pesar de, por ejemplo, su arremetida contra Wendy Iriepa hace poco, cosa que fuera de Cuba se conoce algo, pero dentro casi nada, Mariela se perfila como la heredera del trono. Su gestión desde el CENESEX le ha proporcionado una magnifica plataforma para darse a conocer como líder dentro y fuera del país. Una Mariela Castro al mando en La Habana le pondría una cara rejuvenecedora al régimen cubano. Joven, en comparación a los que están en la cúpula hoy, y mujer, vocera oficialista de una subcultura marginada por años, Mariela mantuviera el status quo y al mismo tiempo, aseguraría a la nueva generación de dirigentes castristas que en la transición ellos serán sus protagonistas.
Mariela es la mejor opción que tiene el régimen. En estos cinco años de su padre en el poder, sutilmente y no tan sutilmente, se ha dado a conocer como tal. ¿Qué parece increíble lo que planteo hoy? Eso es hoy, mañana será otro día.
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